Verás sonrisas en tu cara y cada
agosto mil estrellas,
fotografías en un álbum donde pones las más
bellas,
truenos de aviones supersónicos que roban tu mirada
y un alba clara que ilumina el sueño sobre la almohada.
Verás teléfonos que gritan y llamadas que no llegan,
espuma de olas gigantescas que en el mar vienen y van,
y pantalones blancos que ponerse porque es verano,
un tren directo al continente americano.
Verás dos lágrimas más
dulces que secar,
un sol que se despide y pescadores de tellinas,
y nieve de montaña y lluvia en las colinas.
Verás helados de mil gustos que gustar.
Verás mujeres que te amaron y dejaron,
hojas de otoño que tu corazón quemaron.
Verás el tiempo que no pasa y luego, corre tú
detrás que pierdes el respiro
y un amigo que te habrá herido, mentido, engañado.
Verás, verás, verás
pasar tu vida en el camino,
olvidarás la realidad, te pararás soñando.
Verás, verás, verás que la esperanza te
ilumina
y sentirás que para amar no bastará una vida
si amor tu sentirás.
Verás palabras nuevas en los libros
que tú irás leyendo,
puentes por ti desconocidos que paso a paso irás cruzando,
el primer cigarrillo que te hará venir algo de tos
y navidades blancas, turrón y villancicos.
Verás sudor sobre tu frente,
mañanas húmedas que calan en los huesos.
Verás tu calle con sus baches y sus juegos.
Olvidarás paraguas, llaves y recuerdos.
Verás ternura en cada gato que
acaricies
y un sol brillante en los domingos por el parque.
Verás rincones de tu mente que guardan
secretos que tú mismo has olvidado
y una radio que te dice que la guerra ha acabado.
Verás, verás, verás
pasar el tiempo entre tus manos.
Caminarás sabiendo que es real lo que soñamos.
Verás, verás, verás que la esperanza te
ilumina.
Descubrirás que para amar no bastará una vida.
Verás, verás, verás
que la esperanza te ilumina.
Descubrirás que para amar no bastará una vida.
Si amor, amor, amor tu sentirás.
Verás…
verás.